El 2020 un gran (¿?) año

6 min readFeb 3, 2021

Imagen de <a href=”https://pixabay.com/es/users/gdj-1086657/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=4726241">Gordon Johnson</a> en <a href=”https://pixabay.com/es/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=4726241">Pixabay</a>

Que raro fue el 2020 en muchos sentidos, por lo menos para mí tiene 2 lecturas que parecieran parecen destinados al desencuentro, una imposibilidad. Por un lado, fue un año de mucho sufrimiento, quizás no tanto en carne propia (por suerte), sobre todo si lo comparo con lo que tuvieron que atravesar muchas de mis allegados, la pérdida seres queridos, quedarse si trabajo, que sus ingresos se vean muy disminuidos por inflación, y sobre todo, el estrés y la angustia que genera la incertidumbre. Y en ese contexto tan difícil, donde es imposible quedar al margen, casi que me da un poquito vergüenza admitir que fue un año muy productivo, si muy productivo desde lo educativo.

Armé un pequeño listado gracias de todas las experiencias educativas que atravesé durante el 2020, para lo cual recorrí el archivo de post de Linked In a modo de registro. Si bien mi motivación principal siempre es curar el contenido para que otros lo puedan reutilizar y al mismo tiempo agradecer tanto a los facilitadores como a mi red de colegas que me acompañan en eso procesos, no cabe duda que Linked In tranquilamente se puede utilizar como bitácora, por qué honestamente varias no las recordaba, creo que también debe tener algo que ver el 2020 lo viví como un año de 24 meses.

El resultado de la revisión fue un total de 81 experiencias de diversa índole y se distribuyen de la siguiente manera:

Artículos: 22
Ayudantia docente: 2
Certificación: 17
Cursos: 24
Diplomaturas: 2
Documentales: 2
Entrevistas: 1
Libros: 7
Materias universitarias: 1
Talleres:4

Lo primero que me vino a la mente fue. “wow esto fue un exceso, nunca más, con razón terminé rozando el burnout.”

Para no quedarme en la mera descripción del “que” me puse reflexionar sobre el “cómo”. Para eso me propuse distribuir los algunos factores con mayor peso que logré identificar como más relevantes en 2 tipos de categorías, recursos materiales y no materiales.

Recursos materiales

Espacio físico. No contaba con un cuarto 100% dedicado pero si un rinconcito que con algunas adaptaciones y agregados me permitió tener una considerable cantidad de horas con tranquilidad para enfocarme.
Conectividad. Una computadora que te permite no estar preocupado por la cantidad de pestañas que tenes abiertas, distintos accesorios inalámbricos (No se si a alguien más le pasó que en la era del streaming la impresora le había quedado relegada y resultó ser clave poseer una funcionando).
Dinero. Un ingreso estable, fundamental, no se puede estar preocupado por si vas a poder comer ese día y lograr un alto rendimiento académico o formativo de otro tipo. Quizás sea un poco crudo en este punto en la forma de expresarse pero si

Recursos no materiales

Tiempo. Sin duda las 2 horas y medias adicionales diarias que me pude ahorrar viajes con la implementación del trabajo a distancia fueron clave más los tiempos muertos de espera entre distintas actividades que por lo menos en mi caso no suelo ser consciente.
Red de aprendizaje. Es fundamental contar con colegas, amigos, allegados, compañeros, conocido de conocido que sirvan como red de aprendizaje, y atención no hablo de esos grupos de Whatsapp que funcionan como clasificados genéricos, sino más bien a personas que activamente compartan sus experiencias y recursos para motivarnos y potenciarnos mutuamente. En esta época de tanta sobre-oferta digital a la carta, y la necesidad de adaptarnos a las propuestas asincrónicas, lejos de perder relevancia los tutores/facilitadores/instructores/docentes y los compañeros, se incrementa exponencialmente su beneficio.
Foco. La capacidad de mantener la atención a pesar de las distracciones sensoriales y emocionales. En un contexto cambiante y lleno de incertidumbre no fue sencillo no abandonar, así como tampoco exagerar con la auto-exigencia y darse tiempos de ocio. SI bien hay un peso considerable que depende nuestro nivel de autoconocimiento, sin duda solo es posible concentrarse si el resto de las dimensiones están resueltas.

El 68% de estas experiencias me encontraron en un rol preponderante mente consumidor y tan solo en un 32% de productor. Un objetivo para el 2021 es equilibrar un poco más ese porcentaje, para lograrlo me propuse la meta de escribir un artículo por mes, el cual esté pasará a ser el primero de esa serie.

Sin duda hubo un boom de ofertas educativas en línea, el webinar fue una manera de muchas empresas de seguir en contacto con sus clientes mediante el marketing de contenido y de facilitadores, tutores e instituciones. Los mooc no eran nuevos, el zoom tampoco, y pasaron a ser las estrellas, al estar en el centro de la escena educativa .De todas formas, me animo a imaginar un futuro donde la educación no será 100% online, pero si blend, tomando lo mejor de ambos mundos, terminando la falsa antinomia de presencialidad o virtualidad y convirtiéndolo en presencialidad y virtualidad distribuidos de forma inteligente.

Finalmente dejo en el anexo el detalle de esas 81 experiencias por 2 motivos, el primero y principal en agradecimiento y para que si alguien necesita referencias o ayuda en cualquiera del listado quedo a disposición.

Anexo

Como Autor/Productor

Como Consumidor/Curador

Titulo | Facilitador o Autor | Empresa o Institución | Link

El 2020 un gran (¿?) año

Anexo

Como Autor/Productor

Como Consumidor/Curador

Written by German Perez Trozzi

No responses yet