Los lideres se conocen a la salida
Transcripción de un audio de whatsapp de un domingo cualquiera
Hola ger querido, te quiero contar que ya hablé con mi jefe le conte que me iba y la verdad re bien. Te soy sincero siempre lo tuve bien visto pero me re sorprendió! Se alegró de que me vaya por algo mejor y me ofreció ayuda no solo para la salida de la empresa actual sino para lo que se viene.
Lo que vivió Alejandro debería ser lo habitual ¿no? Al menos si intentamos ser coherentes entre lo que decimos y hacemos. Hoy es normal hablar de liderazgo situacional, de que el binomio vida/trabajo quedó enterrado, que las emociones son un factor central en la toma decisiones y que el bienestar de un colaborador es central en la estrategia de cualquier organización moderna. Y sin embargo
Damián durante una reunión de feedback me dijo “Hace 7 años que trabajamos juntos… ¡wow me acabo de dar cuenta cuanto tiempo pasó! En fin… en todo este tiempo siempre me sentí muy motivado de seguir trabajando en este equipo, nos renovamos, buscamos desafíos nuevos y tengo lugar para experimentar mis ideas. Y esto no quiere decir que no haya tenido algunos intentos de buscar otros rumbos, los cuales claramente no tuvieron éxito, pero si te puedo decir que todos los días vengo a trabajar con ganas de seguir y después de tantos años…eso es algo que considero muy importante”.
Pero también además de está esta el caso de de Seba, Fer y Eze decidieron que su carrera profesional debía continuar en otros rumbos. No importa si necesitaban cambiar de tarea, desarrollar otras competencias, o hasta ser liderados por una persona diferente, porque si mal que nos pese al ego podemos ser parte de un ciclo cumplido.
Nadie dijo que fuese fácil
No extrañarlos va a ser imposible, las personas somos únicas e irremplazables como individuos. Pero no ocurre lo mismo con los equipos. los cuales dinamicen con los cambios, basta con que una pieza cambie para dejar de ser lo que eran, y pasen a ser algo completamente diferente ni mejor ni peor tan solo diferente. Por lo tanto, si un equipo es sólido, los cambios lejos de dañarlo lo potencian.
Los “trabajos” ya sea que utilicemos el término para hablar del metro cuadrado donde nos sentamos, la organización en la que nos desempeñamos o a nuestro oficio son temporales, no importa cuanto te apasione tu trabajo, todos sabemos en el fondo que no será para siempre, porque nada en la vida lo es. Así hayas logrado trabajar en el mismo lugar toda tu vida, llega el momento de la jubilación y esa etapa fue cerrada. Lo único a lo que podemos aspirar es a llevarnos como equipaje los aprendizajes y los recuerdos.
¿Y entonces?
Entonces si nuestra concepción de la vida es que nada es estático y que tarde temprano nos encontraremos que nuestros caminos se bifurcan como ríos , ante cada momento que implica una nueva separación solo nos resta contar los recuerdos como si fuesen postales de las veces aprendimos, nos equivocamos, tuvimos éxito o fracasos, reímos y lloramos juntos. Y en el último instante de la despedida hacer un último check:
¿Valió la pena esta parte del camino que nos tocó transitar juntos? Si la respuesta es sí, entonces podremos celebrar que el otro se vaya. Los proyectos terminan, pero si el vínculo quedo fuerte, seguro nos podemos volver a encontrar.